La trazabilidad de los productos pesqueros debería permitir verificar su origen de fuentes legales, sostenibles y la seguridad para el consumo humano. A pesar de que se conoce bien el estado actual de capturas y consumo de cefalópodos a nivel mundial, no existen normativas específicas ni sistemas de seguimiento para estudiar su trazabilidad a nivel internacional. Este vacío de información motivó al equipo liderado por Andrés Ospina-Álvarez y Sebastián Villasante a realizar un estudio en el que analizaron en detalle veinte años de estadísticas oficiales, recopiladas por la ONU, sobre el comercio mundial de cefalópodos. Pincha aquí para ver un artículo relacionado.