La basura marina, en la que el plástico es el residuo predominante, supone un grave problema medioambiental a nivel global, que conlleva pérdidas económicas en la pesca comercial, el tráfico marítimo o en actividades recreativas y turísticas. Los microplásticos (partículas y fibras de menos de 5 milímetros) tienden a atraer contaminantes persistentes y bioacumulables, así como organismos vivos de pequeño tamaño que los utilizan como sustrato.
Aquí puedes descargar la “Guía sobre microplásticos” publicada por ADEPESCA en colaboración con la Comunidad de Madrid.