Existe una clasificación del pescado relacionada con su contenido en grasa: azul o graso, semigraso y blanco o magro. Este contenido varía según la época del año y factores intrínsecos al pescado (edad, sexo, alimentación, época de reproducción, etc).
Se consideran pescados grasos, aquellos con una proporción de grasa superior al 10%, semigrasos cuando el contenido está entre el 5 y el 10% y magros cuando es inferior al 5%. Recuerda que la grasa del pescado está compuesta por ácidos grasos insaturados omega3, tan importantes para la salud.